
Diego Gutiérrez y Palito Fidalgo, a ambos lados de Daniel Orsanic.
Diego Gutiérrez ingresó a la AAT en 2010 como segundo vocal suplente, luego comenzó a tener mayor actividad, para terminar como una de las dos partes importantes en la mesa de decisiones. A medida que ascendía en la consideración de algunos, otros comenzaban a verlo con cierto recelo. Mientras algunos ya lo mencionaban como «El trepador» o «Monje negro», otros lo veían como la renovación y una nueva forma de gestión. Charla con Diego Gutiérrez, Parte II.
– ¿En qué se equivocaron?
DG- Creo que nos equivocamos en no haber sido fuertes de entrada, demoramos mucho en llevar a cabo este proyecto, lo que nos llevó dos años pudimos haberlo hecho en uno. Pero hay mucha burocracia interna y resoluciones consensuadas que demoran. En el tenis volvimos a hablar de valores y de respeto.
– ¿Y con la Copa Davis no? Debió haberse explotado en una fiesta en la serie de febrero y recién apareció en abril. La realización de Parque Sarmiento fue muy mala, no hubo casi ex jugadores y a los que fueron los sentaron en tablones de la última fila. La AAT ganó el trofeo más importante de su historia y se morfaron la fiesta.
DG- En Parque Sarmiento, claramente, falló el protocolo. Pero la Copa Davis estuvo exhibida en el stand y en el VIP de la AAT, por donde pasó mucha gente y hasta se hicieron entregas de premios y reuniones. Estaba previsto que la Copa estuviera en la cancha, pero cuestiones de seguridad impidieron que la Copa estuviera allí.
– Pero en la exhibición de diciembre de Del Potro-Ferrer sí pudo estar en la cancha.
DG- Coincido en esa mirada, pero no nos permitieron sacar la Copa el viernes. Más allá de ese hecho puntual, la fiesta la extendimos todo el año. Y fueron 37 fiestas que se hicieron en diferentes clubes con el programa la “Copa de Todos” y hoy es un ejemplo que ITF impulsa a que lo hagan todas las federaciones campeonas. Respecto al Parque Sarmiento, lo hicimos allí porque era el único lugar, la AAT no tenía un peso, cero.
– En lo deportivo, que sigue siendo lo que concierne a tu función, se obtuvieron dos resultados, uno fue el “concepto equipo”, que tuvo su coronación el año pasado con la obtención de la Copa Davis y el otro fue todo lo contrario, en donde ese “concepto equipo”, pocos meses después, parece haberse diluido.
DG- Conceptualmente, no coincido con esa percepción, porque el concepto sigue siendo el mismo, cambiaron los integrantes, pero el trabajo sigue siendo el mismo.
– Está bien, el mensaje sigue siendo el mismo, el trabajo también, pero el concepto era que todos estaban al “servicio de” y este año, por diferentes razones, costó juntar cuatro jugadores.
DG- Estos pibes ganaron la Davis, lo que nunca antes se había conseguido, y respaldo todo lo que hagan. Si supieran las remuneraciones y el desgaste físico y mental que padecieron, la verdad no sé si está bien (Aclaro yo: En el Balance dado a conocer por la AAT se puede saber exactamente cuánto se llevó en premios cada jugador).
– Se dice que se pasó del personalismo de Romani al de Diego Gutiérrez. Que en las reuniones de CD sólo se levanta la mano a lo que vos proponés.
DG- (Se ríe y gira la cabeza) No, no es cierto. Primero, yo tomo decisiones, pero no las tomo solo, tengo un equipo de trabajo, de dirigentes y en cada área hay un equipo. Y las ideas son todas debatidas. Segundo, yo no tengo un perfil autoritario ni soy un líder autoritario. Ese unicato hoy ya no existe (asintiendo el personalismo de Romani). Este Consejo fue electo bajo un modelo de gestión que hoy ha cambiado, por eso también cuesta avanzar al ritmo que se pretende.
– Ingresó mucha gente en la AAT muy cercana a vos desde que ocupás la vicepresidencia. Hay mucha gente vinculada a tu club, Arquitectura, a tu familia y un ex socio. El capitán de la Davis, el sub capitán, su asistente, quien redacta la revista de la AAT –por cierto, no la vi nunca- y quien la realiza, un poco mucho.
DG- (Le llama la atención, hace un gesto y vuelve a sonreír) A Orsanic lo conozco desde chico y es una persona que me inspira confianza y es muy idóneo para las tareas que tiene que llevar adelante. Fue excelente idea para bajar una línea de trabajo. Respecto a la gente que por una relación familiar, amistosa o del club está vinculada conmigo, nunca tuve una propuesta superadora. Yo mido las cosas por resultados y los que me han dado son buenos, porque todos ellos son profesionales de mucho nivel. Antes había hijos de presidentes y nadie sabía porqué estaban.
– En el Balance aparecen jugadores que le deben plata a la AAT, ¿a qué se debe?
DG- El anterior capitán de Copa Davis (Jaite) y el anterior director Ejecutivo (Romani) entendieron que había que darle algún dinero a algunos jugadores para desarrollarse y que ellos, en la medida en que vayan transcurriendo sus carreras iban a devolver ese dinero. Pero eso nunca ocurrió. Para nosotros, los jugadores no necesitan dinero, necesitan un proceso de formación y desarrollo. La AAT no es una empresa financiera. Los jugadores que recibieron aportes económicos de la AAT y que figuran en el Balance, nunca devolvieron nada. Hoy no le prestamos dinero a ningún jugador, nuestra prioridad está puesta en el área de Desarrollo.
– También aparece el presidente Armando Cervone con una deuda. La misma pregunta, ¿a qué se debe? ¿Es gasto, es un préstamo?
DG- No lo sé. Palito y yo no hicimos ni hacemos eso. No sé cuál es la explicación del presidente, él es quien debe responder sobre ese tema, desconozco si es normal hacer esto. No tengo otras experiencias de dirigentes que pidan dinero.
– En 2018 todavía van a estar en mandato, ¿qué van a hacer? ¿Van a esperar los resultados de las elecciones o presentarán proyectos?
DG- En 2018 va a cambiar el formato de competencia de menores, como también se va a poner en funcionamiento la nueva aplicación AAT, que permitirá inscripciones, pagos, sorteos de torneos, etc. Yo no creo en las personas, creo en los proyectos. Nosotros propusimos siempre la palabra. El tenis argentino es muy grande. Nosotros tenemos un proyecto, y los resultados que nosotros venimos mostrando en los últimos dos o tres años son resultados de un proyecto, y creo que eso es lo importante. Por eso el voto de aprobación a la gestión de la AAT fue unánime en la última Asamblea. Por eso, debatamos proyectos, no personas.
– ¿Estarías dispuesto a hacer una alianza?
DG- Desconozco los proyectos de la otra lista, nunca nos acercaron un proyecto, sólo escucho críticas. Siento profundamente que haya elecciones, el tenis argentino ha dado muestra de que se pueden sentar a la misma mesa. Nosotros intentamos llegar a ellos con Palito, que se reunió con Agustín, pero no vemos voluntad del otro lado de querer sumarse. Nosotros llevamos adelante muchos proyectos y los resultados están a la vista. Nada de eso se logra sin gestión. No es una cuestión ni de ceder ni de adueñarse, es cuestión de que haya voluntad. Con Palito estamos construyendo una nueva Asociación, un nuevo modelo de gestión deportiva, pero no encontramos voluntad de unirse. FIN (de esta nota)