El enojo de Pico y Peque, podría haber titulado la nota, pero hubiese parecido de cuento, sin embargo, es cierto y así terminaron con los organizadores del Mallorca Championshiops.
Juan Mónaco y (#11)Diego Schwartzman descontaban que la invitación (WC) al torneo mallorquín era un hecho, debido a la falta de figuras anotadas en el cuadro principal y a la cercanía que tienen ambos con Rafael Nadal. Tanto es así, que Peque dejó Marbella para aclimatarse unos días antes en la preciosa isla balear (les recomiendo visitarla, si pueden), entrenando en sus canchas.

Sin embargo, el día antes del sorteo recibió la mala nueva de boca de un conocido de todos los jugadores y prensa de Rafael Nadal, a quien le encargaron comunicárselo. Benito le dijo que el último wildcard era para el español Roberto Bautista Agut, quien la semana anterior le había intercambiado el 10° lugar en el ranking. Pero esto era el final de una historia que se había iniciado un par de días antes.
La derrota en primera ronda de Halle, le hizo pensar a Daniil Medvedev en una rápida alternativa que le permita sumar horas de competencia sobre césped, por lo que el manager del #2 del mundo solicitó la invitación al torneo mallorquín. Otro que necesitaba volver a las competencias era (#5)Dominic Thiem, por lo que el austríaco también se anotó en la lista. En ese momento, ya eran cuatro nombres para tres wildcards, porque los organizadores tenían intenciones de otorgarle uno a un jugador local: Jaume Munar (finalmente ingresó como alternate).
Además, otro que estaba esperando el llamado era otro español, el juvenil Alcaraz, pero rápidamente le dijeron que no y desistió de jugar la clasificación. apareció (#10)Bautista Agut y comenzó a presionar por varios lados, incluido con el apoyo de la Federación española, que quería tener al mejor jugador, después de Rafa, en el cuadro, teniendo en cuenta que pasó a ser Top Ten. En medio de tantos pedidos, llegó el llamado de (#6)Sascha Zverev, quien había perdido en octavos de Halle.
No era fácil la decisión, porque eran todos jugadores de peso. Y, encima, estaba Djokovic. Pero sólo fue a jugar dobles y se ligó el wildcard. Por eso, aseguraron a los dos primeros por ranking y se los dieron a Medvedev y a Thiem. El tercero se llevó a discusión.
Los organizadores alemanes pujaban por dárselo a Zverev, pero Sascha decidió irse a Inglaterra y desisitió. Munar ingresaba como Alternate, un problema menos, sólo quedaba, Peque y Roberto, el #11 y el #10, respectivamente. Argentino y español y semifinalista del último Wimbledon. No quedaba mucho por lo que hablar, a pesar de las simpatías de quienes preferían a Diego.
¿Pero por qué el enojo de la dupla argentina? Porque de haber sabido que no se lo darían, Peque hubiese ido antes a Inglaterra o bien participado de algún torneo o alguna de las exhibiciones previas, habituales en la antesala de Wimbledon, Grand Slam al que llegará sin competencia previa