Se vienen las elecciones en la AAT. La Argentina ganó la Copa Davis, pero también descendió, los números fueron aprobados, pero son pobres y, para algunos, existen dudas, en especial sobre el presidente, Armando Cervone. Entonces, quién mejor que él para aclararlos.
Sus deudas en el Balance, la deuda con los jugadores, Romani, su distanciamiento de la familia Morea y los leales que juegan a su espalda. Una nota en dos partes que tiene varios mensajes, pero uno especial como cierre.
– Se formó una lista opositora conformada por ex jugadores, entrenadores y gente de mucha trayectoria en el tenis. ¿Qué te genera?
AC- Estoy desde el ’95 y, salvo en 2013, siempre tuvimos listas opositoras, por eso no me sorprende lo que, de repente, apareció.
– Te llevo al Balance 2016. Aparecieron deudas con jugadores que ganaron la Copa Davis. ¿Ya está todo cancelado?
AC- Veamos, al Balance lo hace Tesorería, después pasa a Comisión Fiscalizadora, luego al auditor externo y después de todo eso llega al Consejo. El balance es una foto de un momento y hay un dinamismo frente a algo estático (la fecha de corte). En este caso, el 31 de diciembre, pero a esa fecha no estaban las liquidaciones hechas, porque al arreglo original se sumó que, a partir de la gestión de Orsanic, se líquida todo a fin de año. Antes era serie por serie. Por lo cual, al 31 de diciembre de 2016 no estaban terminadas las cuentas porque faltaba información. Una cosa es la fecha de confección del Balance y otra la de cierre del Balance. El Balance se terminó de hacer en agosto de 2017, en esa fecha se sabía la deuda con los jugadores a fin del año anterior, la que después fue cancelada.
– ¿Cómo funciona ese tema con los jugadores?
AC- Con ellos tenemos un acuerdo. Hay una bolsa en la que participamos y se hace más simple cuando jugamos de visitantes, porque todo va a parar a una bolsa. Primero se pagan los gastos y, después, el 90% del excedente queda para los jugadores. Para cerrar el balance hace falta que se presenten todos los gastos (hotelería, aéreos, etc), pero tal vez eso se presenta dos meses después y queda afuera. De todos modos, se sabían las acreencias de los jugadores, pero a esa fecha no las habían cobrado. Hay otra cuestión, los jugadores presentan las facturas cuando lo creen conveniente por el motivo que ellos crean, todo es una cuestión contable. También tuvimos el tema del contador. Pitaco se jubiló, Aguirre llegó después de una búsqueda y se despidió diciendo que en realidad él tomó el trabajo por si no le salía el otro, ahora está Alejandro Jara y tuvimos a la contadora Mirta Lucas un año sin venir, porque tuvo dos fracturas sucesivas.
– Igual en el Balance hay deuda anterior a 2016, allí figura que Cervone debe unos $300 mil en diferentes monedas. Algo desde 2015.
AC- Estoy incómodo con eso, porque no debo nada. No puedo deber, porque para eso me tiene que haber dado plata la AAT y, muy por el contrario, figuro como acreedor. No recuerdo en qué país necesitamos comprar una estampadora para las remeras y la pagué con mi tarjeta. Después vi que figuro como proveedor por $16.000 y, la verdad, es que no sé qué puedo haber provisto. Yo tengo tres tipos diferentes de viajes, ITF, COSAT y AAT, cada una se hace cargo de lo suyo. Ahora, cuando voy como presidente de la delegación de Copa Davis, eso lo pagan los jugadores, de la bolsa a la que van todos los gastos. Diser (empresa de turismo proveedora de la AAT) presenta las liquidaciones a principio de marzo de 2017. Y un día me llaman y me dicen que le debía a ellos por unas entradas de Copa Davis que le compré para mi hija y, obvio, las pagué, por eso, yo nunca pude haber debido nada a la Asociación. Y me da lástima que se ensucie mi nombre, cuando en realidad yo suelo poner dinero que cobro mucho después.
– Es cierto, pero aparecés varias veces. Con la estampadora, como proveedor, con viajes y con deudas…
AC- Eso te da la pauta de lo equivocado que están cuando dicen que falta transparencia. Si fuera así, lo primero que hago es mirar en el Balance para ver si me mencionan en algún lado. Están todos los recibos. Recién me preguntabas por las elecciones, tienen derecho a presentarse y querer conducir la AAT, pero a las malas artes no tienen derecho.
– Pero aparece tu nombre con una deuda en moneda extrajera y otra en pesos.
AC- No te puedo responder eso, más que lo que te dije. Yo no debo nada.
– ¿Lo que me decís es que esa deuda está ahí, en el Balance que aprobaron y a tu nombre, pero que a ese dinero vos no lo debés?
AC- No sólo que no la debía, sino que esa plata que figura ahí está paga posterior al cierre del Balance. Cuando confeccionaron el Balance (agosto de 2017), apareció el número y hablé con Diser. ¿Qué pasó? A Diser le resultó más fácil englobar toda la deuda a nombre de Cervone y listo. También me están echando en cara los gastos de la tarjeta corporativa. Cuando vamos a una Copa Davis, si no ponemos cada uno su tarjeta corporatva, no alcanza para pagar la deuda del paquete. No es una deuda que contrajo Armando Cervone, sino que contribuyó a pagarla con la tarjeta corporativa.
– Encima, en la Argentina son muchos más que en el resto, 16 más los 4 jugadores.
AC- Bueno, 20 personas. Cuando termina la serie, juntamos las tarjetas corporativas, porque tienen un límite individual, hasta completar la cifra. Si nosotros hubiésemos tenido mala fe, esto no aparecía en el Balance. Además, cuando estas cuentas fueron canceladas, el tema no estaba en la calle y nadie estaba enterado. Nosotros sí, porque apareció en los números y lo cancelamos. O sea, no lo hicimos para tapar algo que estaba mal.
– También te apuntaron por estar imputado en la causa de Tecnópolis
AC- Aparezco porque soy firmante de un convenio en el que la AAT buscó el apoyo de un ente público para hacer la serie de Copa Davis. Ahora, es de mala fe decir otra cosa. Que se sumen, que propongan y ganen en buena ley, pero no de esta manera.
– Vos sos el firmante ante Tecnópolis porque sos el presidente de la AAT.
AC- No soy el único imputado, aunque nunca fui notificado de estar procesado, ni he sido citado a declarar. Por el momento, todo lo que sé es por una información que sacó Infobae y por Fantino, que un día dijo al aire: “Cervone, despertate que acá tengo tu procesamiento y te voy a echar de la Asociación”. Cuando salió la noticia periodística no me gustó nada y llamé a la oficina anticorrupción, pero me dijeron que no había nada en mi contra. “Esto no es con usted, nosotros estamos detrás de Grosman, su gente y Parrilli”, me comentaron. Lo único que aparece en la denuncia es que se menciona a todos aquellos que firmaron en los últimos dos años contratos con Tecnópolis. Y al contrato lo firmamos yo, Heriberto Raggio (secretario administrativo) y Pitaco (contador). Por otro lado, la buena noticia es que nunca la cobramos, que a su vez es una mala noticia para la AAT, pero nos libera de una presunta connivencia.
– En ese punto, algunos creen que hubo reparto de dinero sin declarar
AC- Ese es un comentario de mala fe. ¡Si nosotros estamos reclamando que nos paguen!
– Pero una cosa no impide la otra.
AC- Eso es un disparate total, me gustaría que me lo vinieran a explicar de dónde sacaron esa idea.
– ¿Cómo llegan a Tecnópolis?
AC- Cuando nos enteramos de que jugamos con Brasil en 2015, la gente del Parque Roca nos dice que no se puede usar, porque está en plena refacción para los Juegos de 2018. A pesar de que andan diciendo lo contrario, también nos negaron el Buenos Aires. Nos dijeron que no nos autorizaban, porque coincidía con el ATP y no se podían armar las carpas comerciales. Si dicen otra cosa, son mentiras. Entonces, Havas nos propone Tecnópolis. Ahí presentamos un presupuesto, firmamos y nos dan un anticipo de los gastos. Después, cuando rendimos el resto de los gastos, nos dieron la diferencia. Con las sedes anteriores nos daban un fijo y nos teníamos que arreglar. Todo está ingresado en el Balance 2015. Para la segunda serie, consultamos con Parque Roca (Nota mía: resulta raro, porque la serie debía ser en estadio cubierto y el Parque Roca seguía sin techo), nos dicen que no y Tecnópolis nos ofrece hacerlo nuevamente. Nos aprueban el presupuesto y, como antes, nosotros asumíamos los costos y lo reintegraban contra la rendición de gastos. Nos llega el contrato, nosotros lo firmamos, pero Tecnópolis recién nos lo devuelve firmado en septiembre, culminada la serie. Como todo había funcionado bien contra Brasil, no nos preocupamos. Presentamos la rendición y, al 15 de octubre, como eso se había convertido en una usina política, nadie nos atendió más el teléfono. Estuvimos a punto de cobrar con el nuevo gobierno, pero ingresó la denuncia y frenaron todo. Nosotros seguimos insistiendo con que nos paguen. Con el faltante de ese dinero, estoy en una situación crítica que necesito resolver.
– ¿Cuánto es lo que le debe Tecnópolis a la AAT?
AC- Son $7.500.000 de 2015, que hoy equivaldrían a 12 millones, mínimo. Y tengo a un estudio externo trabajando para poder cobrarlo.
– ¿Este faltante de dinero provocó que haya menos Futures y Women Circuit en la Argentina?
AC- Fueron dos los motivos. El primero es porque los premios aumentaron a u$s15.000, lo que significa un 50% de incremento y con la ITF aportando menos. El segundo es que, cuando se elaboró el presupuesto, se priorizó Desarrollo sobre los Futures. Y buscamos que, para esos torneos, sean los privados quienes se hagan cargo y no subvencionados por la AAT. Para 2017 proyectamos 9 torneos, que pudimos realizar, a pesar de que contábamos con que cobraríamos lo de Tecnópolis. Lo cierto es que desde hace unos años estamos intentando que la AAT no sea Copa Davis dependiente, generando recursos que sustenten las actividades, ya que la Copa Davis tiene una incidencia directa. Pero también hay que tener en cuenta que, desde 2014, la Davis nos resultó deficitaria. La serie de Mar del Plata contra Italia fue un fiasco, en 2015 nos agarran con la deuda de Tecnópolis y 2016 cuatro series de visitante.
– ¿No les queda nada para invertir?
AC- Nosotros no estamos para ganar dinero, la AAT, como todas las entidades deportivas, están para desarrollar el deporte y generar deportistas. Nosotros tuvimos la suerte de tener un colchón importante con la final de Mar del Plata 2008 (u$s 2 millones). El primer Balance que me toca firmar como presidente (2014) me preocupó, porque habíamos perdido 4 millones de pesos. Entonces, busqué los Balances anteriores y me di cuenta de que veníamos perdiendo, año a año, cifras similares. Nos estábamos comiendo ese colchón y un día se acabó. Entonces, lo que antes era fácil ahora se dificultó.
(Continuará)