«Hoy, por primera vez en dos años, me volví a sentir un jugador de tenis«, dijo el argentino Guido Pella, luego de superar al belga David Goffin (15° sembrado), en su debut en el ATP Masters 1000 de Cincinnati.

El bahiense no es un jugador al que le cueste responder lo que piensa, se expresa con naturalidad, por eso no le avergüenza decir lo que le sucedió en este tiempo y lo clarifica de esta manera: «Los últimos dos años fueron los peores de mi vida, y no sólo por estar encerrado ni por tener mala suerte con los contactos estrechos, sufrí demasiado las nuevas condiciones que se pusieron. La nueva normalidad que vivimos en 2020 y parte de este 2021 fue algo que no pude resistir y que me partió al medio. Esta situación me sacó las ganas de vivir y de jugar al tenis“, subrayó.
Una situación que lo fue empujando al extremo de querer parar y replantearse el futuro de su trabajo, el tenis. Sin lugar a dudas la cuarentena y las nuevas medidas adoptadas por la ATP durante la pandemia del COVID 19 le jugaron una mala pasada al sudamericano, quien desde el regreso de la competencia en agosto del año pasado ganó apenas 6 partidos, estuvo dos veces aislado en cuarentena por contacto estrecho -por lo que se perdió Cincinnati y llegó sin poder entrenar al US Open y a Australia- y terminó contagiado de COVID, en la Argentina. Por todo esto, decidió hacer un cambio en su equipo de trabajo y volver a tener en su banco a Fabián Blengino, su primer entrenador. “Todos los cambios son duros al principio pero con Fabián tenemos una relación padre-hijo. Fue la persona que me formó tenísticamente luego de mi padre y mi abuelo en Bahía Blanca. Prácticamente, fue como si nunca hubiésemos dejado de entrenar juntos. Él me conoce a la perfección y yo a él. Cuando nos volvimos a encontrar ambos sentimos que crecimos un montón tanto él como entrenador como yo como jugador. Nos estamos adaptando a este nuevo ciclo”.
Luego de su participación en Wimbledon, Pella regresó al circuito en el Masters 1000 de Cincinnati, en el puesto #93, luego de haber acariciado su inclusión dentro del Top 20. Sin embargo, llegar a este torneo le trajo buenas sensaciones. “Estar en Cincinnati, que es un certamen que se juega en un país donde me gusta estar y que te permite sentirte en libertad y disfrutar de la gente, me hizo recuperar las ganas de jugar al tenis. Estoy muy feliz de estar en un torneo que, más allá de que todavía tenga algunas restricciones, podamos estar un poco más libres”, sostuvo.
Y, tal vez por ello, tuvo un debut soñado. Luego de 5 derrotas de manera consecutiva y de estar alejado de las pistas por más de 45 días, el bahiense de 31 años se reencontró con el triunfo al imponerse por 6-3 y 6-3 sobre David Goffin (ex Top Ten), ganándose un lugar en la segunda ronda del certamen estadounidense que se desarrolla en el Lindner Family Tennis Center de Mason.
“Creo que los dos fuimos muy irregulares en algunos pasajes del partido, porque veníamos de un parate bastante largo -comentaba sobre este primer encuentro-. Él no jugaba desde Halle (NdR: Goffin sufrió una lesión) y yo desde Wimbledon. Me parece que se notó mucho esa falta de competencia en algunos momentos, pero pude sobrellevar un partido muy difícil y contrarrestar el juego de él que es muy duro porque juega mucho por abajo y tiene un revés muy plano. Fue un match muy táctico. Me dejó muy contento”, analizó el campeón de la Copa Davis 2016.
La falta de resultados positivos, las lesiones y la mala suerte tanto en la previa como en los sorteos de los cuadros de algunos torneos no le habían permitido a Guido Pella disfrutar del tenis durante un lugar tiempo, pero luego de la victoria, algo pudo haber cambiado en su ánimo. “Hoy, por primera vez en dos años me sentí un jugador de tenis, me volvieron las sensaciones buenas. Dejé de ser un ex jugador y siento que estoy capacitado para luchar y estar enfocado en los partidos. El match de hoy me dio la pauta de que estoy en un buen nivel de tenis. Fue un partido muy importante para sacar un par de fantasmas que me venían rondando en la cabeza”, reconoció y agregó: «En Wimbledon hice todo lo posible con lo poco que tenía, ya que venía de un par de lesiones y de jugar torneos con condiciones muy complicadas. Además, me tocó jugar en primera ronda contra Matteo Berrettini, quien luego hizo final. Pero, más que sensaciones, la de parar fue una decisión para regresar estando bien física y tenísticamente, que fue lo que me faltó en la última gira europea de polvo de ladrillo”.
“Estoy muy feliz con la vuelta del púbico a los estadios. No sé si hay tantos jugadores que disfruten de la gente como yo“, subrayó. “Estar en Cincinnati, que es un torneo que se juega en un país donde me gusta estar y que te permite sentirte en libertad y disfrutar de la gente, me hizo recuperar las ganas de jugar al tenis. Estoy muy feliz de estar en un certamen, que más allá de que todavía tenga algunas restricciones, podamos estar un poco más libres”, siguió.
Finalmente, el jugador argentino, que por la segunda ronda del torneo estadounidense se medirá ante el italiano Fabio Fognini o el georgiano Nikoloz Bashilashvili hizo alusión a la serie de Copa Davis que Argentina disputará ante Bielorrusia como local en septiembre próximo.
“La única serie que no pude estar fue contra Colombia en Bogotá el año pasado. Hice todo lo posible por estar pero lamentablemente no pude llegar. Me encanta jugar la Copa Davis. Es la única semana en el calendario donde me siento sumamente protegido porque se juega en equipo. No hay nada que me guste más que jugar para Argentina. Si el capitán (Gastón Gaudio) me tiene en consideración obviamente que voy a estar a disposición. No me ha tocado jugar muchas series en casa, y jugar en Buenos Aires me hace mucha ilusión. Dependerá mucho de lo que piense el capitán. Por suerte los chicos están jugando muy bien. Fede Delbonis la está rompiendo y Diego hace mucho tiempo que es nuestro referente cuando no está Juan Martín del Potro. Ojalá pueda estar“, concluyó.
