Empezamos livianito: Wimbledon no tendrá espacio en la televisión para la final de caballeros.

Ahora sí, empecemos por una intro. Wimbledon es un torneo que guarda y se apega a las tradiciones del tenis lo más que la tecnología y los cambios sociales se lo permiten. Aceptó el tie break, algo de color en las prendas, que las mujeres jueguen a tres sets, techar las canchas, pero el horario de la final de caballeros ¡¡no!! Eso no se mueve. Por eso, el próximo domingo 15 de junio (el mismo día en que se disputa la final del Mundial de Rusia) la definición del cuadro de varones comenzará, como cada año, a las 14:00 (hora de Londres).

Y aquí el inconveniente para Wimbledon. Hace 18 meses, los organizadores del Mundial de Rusia decidieron que la final del torneo se juegue a las 18:00 (hora de Moscú), lo que significa que en Londres serán las 16:00, a dos horas de comenzada la final de caballeros. Esto no sería demasiado inconveniente, si no fuera porque la duración regular de la definición de Wimbledon es de unas 3 horas y porque la cadena televisiva BBC tiene los derechos de transmisión de ambas definiciones.

La cadena británica ya anunció que comenzará emitiendo la final de Wimbledon a las 14:00, pero una hora más tarde cambiará a transmitir la final del Mundial de Rusia, por lo que la Catedral del Tenis no tendrá su pantalla principal.

Pero, para que el certamen más importante del tenis no se quede a ciegas en el propio Reino Unido, la BBC mudará la transmisión de la final de tenis a su segunda pantalla y utilizará la BBC2, algo que no cayó muy simpático a los organizadores en el All England. «Habitualmente, la final del Mundial se disputa no antes de las 18:00 horas de Londres, por eso nos resulta extraño lo que ha sucedido», comentaron.

Será cosa de, más que nunca, apoderarse del sillón, control remoto en mano y contar con un par de pilas nuevas, en caso de que el zapping sea muy intenso.

Se vienen dos finales muy importantes para el deporte mundial y una superposición que obligará, sin importar en dónde vivas, a saltar de un canal a otro.